La calibración permite asegurar que las evaluaciones sean justas y consistentes entre todos los colaboradores.
Durante esta etapa:
- Los evaluadores pueden revisar y ajustar las notas asignadas.
- Se comparan los resultados entre colaboradores para asegurar coherencia.
- Se aplican criterios organizacionales para alinear las evaluaciones.
Este proceso es clave para tomar decisiones informadas sobre desarrollo, compensación o promociones, y garantiza que el desempeño se mida de forma equitativa.